La primera vez que te vi, aun seguías
en la WCW. No es que fueras de los que más me jalaba el ojo. De hecho mi
favorito siempre ha sido y será Sting. No usabas una máscara, ni tenías un
personaje que resaltara por algo, sin embargo, tu personalidad, aquella frescura
en los cuadriláteros era tu marca personal.
A los nueve años te llama más lo
diferente y sí, Eddie eras diferente a los demás - tenías algo - pero a esa edad
no lo supe ver.
En el 2000, cuando llegaste con
Los Radicales (The Radicalz) tampoco te preste mucha atención, me llamaban más Dean Malenko y Chris Benoit. No fue hasta que estuviste con Chyna, que esa historia
acaparó mi atención. Ese romance wrestler fue muy divertido. Intentar ver a la dura Chyna, ablandarse ante ti fue algo muy divertido de observar. Verte salir con ella en el
Low Rider y de fondo el famoso 'Latino Heat'. Entregándole rosas a aquella
mujer ruda y seria, robarle una sonrisa y ganarte al público entero. Hasta que
te fuiste, así como llegaste, de manera 'no oficial'.
Luego de que la lucha libre
saliera del aire, no me perdía ninguno de los eventos de la WWE, los compraba
en discos y así de alguna manera estaba actualizado. Grande fue mi sorpresa de
verte en la portada de unos de los discos que compre, habías vuelto y se te veía
bien. Era tu revancha, un reto personal.
Trataba de no perderme las
noticias de la lucha libre, ver los resúmenes en la página de la WWE. Seguí tu
carrera, leí cada una de tus caídas, de tus victorias, de tus alianza y tus
feudos. Me sentí seguidor tuyo, había algo en ti que me había atrapado. Cuando
peleaba con mis amigos, en tono de juego, mi finisher siempre era la famosa "plancha
del sapito". Aquel Frog Splash que hacías como tributo a quien en vida fuera
Art Barr, lo hacía yo en honor tuyo.
Y asi llegue al 2004, deseando
ver a muerte tu pelea contra Brock Lesnar, no quise ver las noticias, no entré
a la página de la WWE, quería verlo y saber el resultado por mi cuenta, en mi televisor. Preguntaba todos los días en el puesto de películas, si ya tenían
el disco. Un día llegó a mis manos y fui corriendo a casa para verlo. Me
emocioné a más no poder.
Cuando Goldber hizo esa spear y
lo cubriste, creí que ganarías y no fue así. Te vi coger el titulo y fallaste
en golpearlo, te falló la trampa de la que tanto alardeabas, y cuando había
perdido toda esperanza, sacaste un tornado DDT de la nada. Tenias todo servido
en bandeja de plata. Frog Splash y a celebrar. Hoy vi ese video nuevamente,
como cada año, y siempre me siento un niño de 13 años, emocionado frente a la
computadora. Vuelvo a sentir que soy parte de ese público que te vio feliz. Que
te vio campeón.
Hoy en día, aunque no soy wrestler, sigo haciendo el
Frog Splash cuando tengo ocasión, somos varios los que lo hacemos como un
tributo a ti, a ese Guerrero que dio hasta lo ultimo de si (con trampas y todo) para dejar a la Raza en lo alto de la lucha libre mundial
Feliz día Eddie.
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